Detente por un momento. Respira profundamente, cierra los ojos y luego escucha cada uno de los sonidos que hay a tu alrededor. Si hiciste esto probablemente hayas escuchado voces de otras personas o seres vivos, sonidos de los aparatos electrónicos que te rodean e incluso sonidos que salen de tu interior.
Todo esto es posible gracias a un sentido capacitado no solo para detectar señales de alerta, sino que te hace disfrutar de tu música favorita y de hablar con otras personas. ¿Quieres saber más sobre el sentido del oído? Sigue leyendo este artículo.




¿Qué es?
Este sentido es uno de los principales encargados de interceptar información de nuestro entorno. Se vale de su principal órgano para lograrlo, el oído.
Este complejo canal de elementos está capacitado para captar, procesar la información y luego enviarla al cerebro. Esto lo hace mediante interceptar vibraciones sónicas que viajan a través del aire, que luego viajan a través del canal auditivo hasta que consiguen llegar al cerebro para que este convierta toda esa información en un sonido claro y distinguible.
Este sentido no se encuentra solo en los humanos sino en la mayor parte de las especies animales, con la diferencia de que el umbral perceptivo suele ser inferior o superior al nuestro. Los hercios captados por los humanos, unidades para medir el sonido, se limitan a 40 y 20.000.
Mientras tanto, animales como lobos y perros poseen órganos capaces de detectar sonidos por debajo y encima de esa escala. Además de su función principal de captar sonidos, en el órgano principal de este sentido radica la función de mantener el equilibrio de todo nuestro cuerpo.
Partes del sentido del oído
El órgano del oído posee una serie de cavidades o partes que ejercen funciones diferentes. Este se divide en tres segmentos, que son los siguientes:
- Oído Externo: El objetivo de esa sección es captar los sonidos a nuestro alrededor, para posteriormente enviarlos al siguiente segmento. Esta sección está compuesta por una formación cartilaginosa al exterior de cada cavidad auditiva.
- Oído Medio: Este segmento está formado por una cavidad pequeña y vacía, en donde las ondas sónicas captadas por el oído externo atraviesan un proceso que las convierte en vibraciones interpretables en la siguiente etapa del proceso. En esta sección se encuentra una delgada capa de tejido llamada tímpano, que es la que divide el oído externo del medio. Un dato curioso es que esta sección es bastante susceptible a cambios bruscos de las características externas, como la presión atmosférica o movimientos violentos.
- Oído Interno: Este está, a su vez, compuesto por un grupo de diminutos elementos que convierten las vibraciones creadas en el oído medio en impulsos nerviosos que viajan a través del nervio auditivo para luego llegar al cerebro.
¿Cómo funciona?
El sonido viaja a través del aire, donde es interceptado por el pabellón auditivo ubicado en el oído externo. Estas ondas se mueven hasta llegar al canal auditivo donde provoca la vibración del tímpano, el martillo, el yunque y el estribo.
Su movimiento continúa viajando hasta llegar al fluido del oído interno, donde las vibraciones son transformadas en señales nerviosas que se envían al cerebro y que este interpreta como sonidos claros.
Este sorprendente elemento de nuestro organismo no es solo una capacidad evolutiva que nos ayuda a desenvolvernos con mayor facilidad, sino que también logramos disfrutar de todos nuestros sonidos favoritos y de comunicarnos abiertamente. Todo esto gracias al increíble sentido del oído.